Aline Robles
@alinerockbles
El pasado 30 de noviembre en el Plaza Condesa de la Ciudad
de México, la legendaria agrupación Chilena “Los Tres”, dio a sus fans una vez más
la oportunidad de disfrutar de su música, con Álvaro Henríquez en la voz y la maestría
musical de Angel Parra y Roberto “Titae” Lindl, que trajeron a nuestros oídos
su inconfundible sonido, mezcla de rockabilly , jazz y rock, que por si
fuera poco, es capaz de abordar las letras más sentidas, cuestionadoras,
amorosas y por supuesto dolorosas.
La noche empezó con “Camino” del álbum Hágalo usted mismo, y fue así, como de manera instantánea, la banda
nos tomó entre su música y nos volvimos voces y baile; entre luces azules y visiones de un contrabajo
que volaba y cuerdas de guitarra que rasgaban hasta la emoción, llegaba “La Torre de Babel”, seguida de “Cárcel, Hospital y Cementerio” y “Silencio”. La devoción total apareció en “Hojas de té”, y ¿que puedo decir de esta
canción sino que es simplemente perfecta? Para mi es como un remolino de
acordes que azotan la conciencia, que irremediablemente te hacen cantar “los
recuerdos harán que te olvide… que no se te olvide acordarte que me tienes que
olvidar” una y otra vez al infinito, como en una especie de mantra medicinal, que en lo personal,
recomiendo repetir hasta que los síntomas de la enfermedad desaparezcan
(inserte un suspiro de desahogo aquí).
Una vez concluida la catarsis, llegaron “Feria verdadera” (porque,
a los veintinueve ¿quién no es/fue frágil, doliente, cínico y valiente?), “De
hacerse se va a hacer” y “Lo que quieres”, para después invitar al escenario a María
Esther Zamora y Pepe Fuentes, íconos de la música folklórica Chilena y con quienes interpretaron “Norma mía” y “Me casé con un sargento” entre
otras. Después del folklor, llegó la
“Diabla”, de su más reciente producción y de vuelta a la década de los noventas
“Olor a gas”, “Un amor violento” y “Déjate caer” (confieso que extrañé la
coreografía que hacen los Tacvbos en su versión de esta canción, para su entrañable
Valle Callampa del 2002) .
La noche se acababa y pasada la media noche, el público se
entregó con “La primera vez” (rola de
crítica política-social-militar, que cayó muy ad hoc para esa madrugada de 1º
de diciembre, día de toma de protesta presidencial en México) y “He barrido el
sol” mezclada con “Jefe de jefes” de Los
Tigres del Norte. Entre aplausos el encore nos trajo una “Bolsa de mareo” y para
un final perfecto, Los Tres nos pusieron entre “La espada y la pared”, cerrando así su
presentación en la capital de nuestro país, dejándonos parte de esa energía
atemporal que los ha acompañado desde hace décadas; esa vida que emana de todas aquellas bandas
que están hechas sin duda, para
trascender en la historia, como dignos representantes de nuestra música
Latinoamericana.
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