Aline Robles
@alinerockbles
Viernes de quincena,
nada mejor que un trayecto de hora y
media desde el sur de la ciudad hacia Tlalnepantla, Estado de México. El camino
incluye una vista panorámica de columnas de concreto en proceso de ser
terminadas, kilómetros de nuevos tramos de las carreteras urbanas de la ciudad,
un enorme árbol de navidad de conocida refresquera en medio del periférico y
poco después de tan plástica visión, las emblemáticas torres de Satélite (que
con la ampliación de los carriles se sienten peligrosamente mucho más cerca de
los carriles de los autos) nos indican que estamos muy próximos a llegar a
nuestro destino.
Café Tacvba daría esa tarde uno de los últimos, sino es que el último concierto de
este 2012 y por supuesto, no hay lugar al que un gran fan no pueda ir por su
banda favorita. A las 7 de la tarde de ese
viernes 14 de diciembre, se habían ya instalado múltiples puestos afuera del
Centro de Convenciones de Tlalnepantla, especializados como es costumbre, en
toda clase de souvenirs de las bandas y que amenizaban con la vista de playeras
multicolor, un largo camino de entrada en una fila que parecía no tener fin; pero
si lo tuvo, 45 minutos después.
Era la segunda vez que
iba a un concierto en el Centro de Convenciones y en esta ocasión, me llamó la atención la división de las zonas.
La zona “VIP” era amplísima (en realidad
parecía una zona General A) y había dos zonas más atrás. La banda argentina Paterimon (que fue una grata sorpresa
para mi) preparaba los ánimos, para dar paso casi en punto de las 8.30 a la
presentación de los Tacvbos en el escenario.
La tierra se cimbró
cuando El baile y el salón emergió en sus primeras notas en nuestros oídos,
parecía que los gritos de la gente rebotaban con el techo metálico trayendo de
vuelta instantes de sordera, mientras Rubén, Meme, Joselo y Quique nos daban un
inicio de concierto lleno de energía, con éxitos como Las persianas, Las flores
y La ingrata, previa sugerencia de
Rubén que exclamó:” Vamos a hacernos el amor bailando”. Y así fue,
bailamos, sudamos y nos ahogamos en el calor de un recinto que estaba
prácticamente a reventar. Después llegaron La
Locomotora, Volver a Comenzar, No controles, Déjate Caer y Chilanga Banda,
teniendo el momento cumbre en El fin de
la infancia, cuando mi disfrute disminuyó un poco dando paso a una
sensación de verdadero ahogo entre la gente que se empujaba buscando un poco de
espacio para aventarse/pegarse/brincar/bailar/ o todas las anteriores.
Terminaba el set. Casi
por salud era necesario salir a un espacio más despejado del lugar (para mi
sorpresa no había lugar disponible, tuve que salir casi afuera del recinto,
donde había otros exiliados de las masas. Había poca visibilidad pero más aire)
y los Tacvbos dieron paso al encore, con el primer sencillo de su nuevo álbum, De este lado del camino (ya antes habían
tocado Olita del altamar, también de
“El objeto antes llamado disco”). Con
visiones de Gallos Gas y sus gallinitas besándose entre el público, comenzó Eres, seguida de María, Esa Noche, Bar Tacuba, El Metro y para cerrar con bailecito y broche de oro El puñal y el Corazón. Hago mención
especial pues después de Eres, el
público agradeció de manera infinita otro estreno, una rola que a mi parecer es
una de las más hermosas del nuevo disco: Aprovéchate
(canción obligada a escuchar si usted, dama o caballero está en modo romántico).
Y así fue, que entre aplausos infinitos y un
público que por poco más de 2 horas disfrutó de su presencia, los Tacvbos
decían adiós y gracias a un público que no los quería dejar ir y que lentamente
se incorporaba a los ríos humanos, que emocionados y agradecidos abandonaban el
lugar.
Lo bueno del
concierto: Los Tacvbos como siempre, entregados, excelentes, impecables. Incorporando cada vez mas a sus presentaciones
canciones de su nuevo disco y que son recibidas con el mismo amor como los
éxitos de antaño.
Lo malo: Un concierto
sobrevendido, con todas las molestias y riesgos que un evento masivo puede implicar bajo estas condiciones.
Amé la sugerencia de Rubén...
ResponderEliminarmuy detalladamente imaginable reseña.