lunes, 17 de diciembre de 2012

Rumbo al fin del mundo: Café Tacvba en el Centro de Convenciones de Tlalnepantla




Aline Robles @alinerockbles

Viernes de quincena, nada mejor que  un trayecto de hora y media desde el sur de la ciudad hacia Tlalnepantla, Estado de México. El camino incluye una vista panorámica de columnas de concreto en proceso de ser terminadas, kilómetros de nuevos tramos de las carreteras urbanas de la ciudad, un enorme árbol de navidad de conocida refresquera en medio del periférico y poco después de tan plástica visión, las emblemáticas torres de Satélite (que con la ampliación de los carriles se sienten peligrosamente mucho más cerca de los carriles de los autos) nos indican que estamos muy próximos a llegar a nuestro destino.

Café Tacvba daría esa tarde uno de los últimos, sino es que el último concierto de este 2012 y por supuesto, no hay lugar al que un gran fan no pueda ir por su banda favorita.  A las 7 de la tarde de ese viernes 14 de diciembre, se habían ya instalado múltiples puestos afuera del Centro de Convenciones de Tlalnepantla, especializados como es costumbre, en toda clase de souvenirs de las bandas y que amenizaban con la vista de playeras multicolor, un largo camino de entrada en una fila que parecía no tener fin; pero si lo tuvo, 45 minutos después.

Era la segunda vez que iba a un concierto en el Centro de Convenciones y en esta ocasión,  me llamó la atención la división de las zonas. La zona “VIP” era amplísima  (en realidad parecía una zona General A) y había dos zonas más atrás. La banda argentina Paterimon (que fue una grata sorpresa para mi) preparaba los ánimos, para dar paso casi en punto de las 8.30 a la presentación de los Tacvbos en el escenario.

La tierra se cimbró cuando El baile y el salón emergió  en sus primeras notas en nuestros oídos, parecía que los gritos de la gente rebotaban con el techo metálico trayendo de vuelta instantes de sordera, mientras Rubén, Meme, Joselo y Quique nos daban un inicio de concierto lleno de energía, con éxitos como Las persianas, Las flores y La ingrata, previa sugerencia de Rubén que exclamó:” Vamos a hacernos el amor bailando”.  Y así fue,  bailamos, sudamos y nos ahogamos en el calor de un recinto que estaba prácticamente a reventar. Después llegaron  La Locomotora, Volver a Comenzar, No controles, Déjate Caer y Chilanga Banda, teniendo el momento cumbre en El fin de la infancia, cuando mi disfrute disminuyó un poco dando paso a una sensación de verdadero ahogo entre la gente que se empujaba buscando un poco de espacio para aventarse/pegarse/brincar/bailar/ o todas las anteriores.

Terminaba el set. Casi por salud era necesario salir a un espacio más despejado del lugar (para mi sorpresa no había lugar disponible, tuve que salir casi afuera del recinto, donde había otros exiliados de las masas. Había poca visibilidad pero más aire) y los Tacvbos dieron paso al encore, con el primer sencillo de su nuevo álbum, De este lado del camino (ya antes habían tocado Olita del altamar, también de “El objeto antes llamado disco”).  Con visiones de Gallos Gas y sus gallinitas besándose entre el público, comenzó Eres, seguida de María, Esa Noche, Bar Tacuba, El Metro y para cerrar con bailecito y broche de oro El puñal y el Corazón. Hago mención especial pues después de Eres, el público agradeció de manera infinita otro estreno, una rola que a mi parecer es una de las más hermosas del nuevo disco: Aprovéchate (canción obligada a escuchar si usted, dama o caballero está en modo romántico).

 Y así fue, que entre aplausos infinitos y un público que por poco más de 2 horas disfrutó de su presencia, los Tacvbos decían adiós y gracias a un público que no los quería dejar ir y que lentamente se incorporaba a los ríos humanos, que emocionados y agradecidos abandonaban el lugar.

Lo bueno del concierto: Los Tacvbos como siempre, entregados, excelentes, impecables.  Incorporando cada vez mas a sus presentaciones canciones de su nuevo disco y que son recibidas con el mismo amor como los éxitos de antaño.

Lo malo: Un concierto sobrevendido, con todas las molestias y riesgos que un evento masivo  puede implicar bajo estas condiciones.

1 comentario:

  1. Amé la sugerencia de Rubén...
    muy detalladamente imaginable reseña.

    ResponderEliminar