Aline Robles
@alinerockbles
En un soleado domingo
del último mes del año 2012 y bajo el marco del 126 aniversario del natalicio
de Diego Rivera, tuvo lugar el 9º Festival de Música celebrado en el museo
Anahuacalli al sur de la ciudad de México, contando con la presencia de músicos
como Torreblanca, la Orquesta Filarmónica Juvenil Ollin Yoliztli, La División
del Norte, Belafonte y Danzonera Acerina; festival que además ofreció a sus
visitantes de todas las edades, la posibilidad de dar un tour gastronómico muy
mexicano y comprar discos de sellos independientes.
Esta reseña es por
demás especial, porque se trata de una de mis bandas favoritas (y de las que
más veces he disfrutado en vivo!) y porque sus integrantes son fieles
representantes de un nuevo movimiento de músicos, que han sabido poner en
nuestros oídos la inteligencia de sus letras y su calidad musical. Torreblanca es
una banda que más que hacer canciones, crea emociones.
Juan Manuel en la voz
y el piano, Alex “El tío” en los instrumentos de viento, Jerson en la batería,
Carlos “El abuelo” en el bajo, Carmen en los coros y acordeón, y en esta
ocasión acompañados también por Sergio Silva, vocalista de Furland en el banjo,
nos dieron su música con un fondo de cielo y sol a punto de ocultarse, comenzando
por Las Horas, de su nuevo disco
“Bella Época” producido por Quique Rangel, seguida de Dejé de ser yo y Defensa, canción que le dio título a su
EP lanzado en 2010.
Pocos minutos antes de
las seis, Juan Manuel con su tan especial manera de envolvernos con la historia
de sus canciones, le dijo a su público:
“Vamos a hacer una canción para burlarnos de nuestros dramas un poquito”, y así
dio paso a Nada me saca de la cama, a
la que siguieron Nunca acabo lo que
empiezo (para todos aquellos amantes de lo inconcluso) y Parece Navidad, lo que cerró el bloque
de rolas de nostalgia de la banda, dando paso a otras canciones del nuevo álbum
como Otra decepción y Barba azul. Para estas alturas, el cielo
estaba completamente obscuro y parecía
el momento perfecto para presentar una canción por demás actual y emotiva: Largo, que reza en sus letras “…un disparo
registrado, un disgusto mitigado por el orden policial…“ y la cual no pudo haber coincidido más con el
momento vivido, ya que esta presentación tuvo lugar el 2 de Diciembre, un día después de los sucesos
ocurridos en las calles de nuestra
ciudad, en el marco de la toma de protesta presidencial.
Pasado el momento
musical reflexivo, se hizo una pausa y la banda interpretó Por la ventana, cover del talentosísimo chileno Gepe y para
acercarnos al final, la banda nos dio la hermosa Sí , canción reeditada para este nuevo álbum y que una vez que escuchas no te puedes sacar
del corazón. Así en una ya fría noche, coreamos las canciones y hasta un performance
de entusiastas bailarines improvisados se instaló a un lado del escenario para
acompañar los ritmos de la banda, que se
despidió con “Roma”, dejándonos impresa
en la memoria la emoción de Juan, el aliento de El tío, los ojos cerrados de
Jerson, la pasión de El abuelo, la voz de Carmen, las cuerdas de Sergio y sobre
todo, esa mezcla de escalofrío, añoranza y emotividad que la agrupación
mexicana es capaz de transmitir en sus presentaciones en vivo.
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