miércoles, 10 de abril de 2013

RESEÑA REGIONS OF LIGHT AND SOUND OF GOD DE JIM JAMES




@alinerockbles

Con un sonido que tiene la virtud de transportarte al pasado, escucho como las teclas de un piano son acariciadas para producir, más que una nota, algo parecido a un desgarro. La voz de Jim James aparece y entonces, la realidad se tuerce; mi única opción es fundirme con el tiempo y sentir, como las letras y la tinta de State of art, trepan por mis brazos, mi cuello, llegan a mi oído y perforan mi sentido de la realidad.
Debo abrir los ojos en medio del mareo, para corroborar que sigue siendo hoy, y que lo que escucho es Regions of Light and Sound of God, segundo disco como solista del líder de My Morning Jacket, editado este 2013 e influenciado por el libro “God’s Man” de Lynd Ward, con el que James se encontró, durante un periodo de convalecencia física, después de sufrir una caída en el escenario en 2008.
Una deliciosa mezcla de funk, soul y folk es lo que engalana a este álbum, en el que el músico originario de Kentucky, supo derramar cuidadosamente sobre cada canción, la miel de su inspiración. Know Til Now, saturada de una perfecta danza instrumental, es adictiva y seductora, dando paso después a Dear one que te provoca, al vertiginoso compás de los teclados entrelazados con una sugerente línea de bajo.
Cuando creí que esto no podía ir mejor, el cuarto track dispara una flecha a ese órgano que bombea sangre a la izquierda del pecho… Se trata de A new life, con su guitarra acústica y una letra en busca de redención… porque, todos en algún momento hemos querido una nueva vida ¿no es cierto? esta canción te hace desear esa vida.

Así, suave y cadenciosamente, el álbum se desliza por la naturaleza instrumental de Exploding, sintiendo la brisa de Of the mother again y descargando una bocanada de R&B setentero en Actress. Finalmente, el ocaso llega a la par de All is forgiven y como la luz que se oculta para dar paso a la oscuridad, God’s love to deliver nos rueda lento, terminando de desenredar la seda que a lo largo de nueve canciones nos acarició los sentidos.

Jim James, productor de este disco e intérprete de casi la totalidad de los instrumentos, tiene la virtud de mostrarnos una faceta distinta a lo conocido en sus proyectos anteriores, y aventurarnos hacia una mirada íntima y reflexiva de su alto potencial creativo.  

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